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Diario

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Día 4: Zariquiegui - Estella

Ivan Blanco

Momentos matutinos de Zariquiegui

Tras un dulce despertar de gente cruzando el salón donde dormíamos los italianos y yo, he tenido la oportunidad de vivir uno de los mejores amaneceres en todo mi Camino.

Quinto consejo para el Camino: no seas puntilloso con el lugar donde duermes, traqueteo de bolsas de plástico, gente madrugando muy pronto y dormir en cualquier sitio forman parte de la rutina.

Una vez que finalicé otra de mis foto entrevistas para mi proyecto, arranqué la jornada con Giulia y Nicola y la intención de llegar hasta Arcos. Sin embargo, como veréis, en el Camino pocas veces las cosas funcionan como uno se lo planea, lo cual también es bueno así.

Figuras de un viaje

Recordando un poco las terribles subidas de Saint Jean Pied de Port (compruébalo en el día 1 parte 1 y parte 2), llegué al Paso del Perdón. Desde ahí se puede gozar de unas vistas panorámicas únicas de las tierras de Pamplona y la senda a seguir para el Camino. El principal punto interés son unas figuras metálicas que simulan unos peregrinos de época y que forman parte del álbum de fotos de cualquier peregrino que pasa por allí. Dejando que Giulia y Nicola se adelantaran, me decidí por quedarme un poco más y mezclarme con los peregrinos allí presentes, es así como conocí a una pareja de periodistas italianos de San Remo. Hablé con ellos sobre mi proyecto fotográfico y hemos tenido una buena conversación sobre comunicación y periodismo:

"Spero vedervi presto a Nizza ragazzi !"

Más tarde, al igual que en Zubiri, he tenido otra bajada llena de baches, piedras, raíces y un montón de surcos. Tras esta ardua bajada conseguí llegar a Puente de la Reina para una pequeña paradita, de hecho, era un pueblo que tenia como opción para quedarme a dormir, pero no me pareció que lo habría disfrutado como sí lo hice en Zariquiegui. Tras un par de piezas de fruta y bollerías del mercado, proseguí para una foto rápida en el puente que le da nombre a este pueblo.

San Remo y Niza

Con Arcos aun en mente como destino final de este día, me dirigí hacia allí con unas cuantas horas de pedaleo por delante. Sin embargo no había almorzado, por lo que paré en Lorca para una caña y uno de nuestros platos nacionales: la Tortilla! No la confundáis con las mexicanas, las nuestras son más gordas y muy ricas. Obviamente, la mejor tortilla la hace mi madre (cada español te dirá lo mismo, de la suya ;) ). Cuando estaba ya casi a punto de irme llegaban Giulia y Nicola al mismo bar, y cómo no, tenia que caer otra ronda de cervezas. Casualmente fue la primera vez que vi a otro italiano que no llegaría a conocer bien hasta más tarde en el Camino.

Llegando a Estella y pensando si quedarme, el primer intento de conseguir una plaza de albergue fue truncado justo por el peregrino que se encontraba delante de mi, pero recordando mi primer consejo para el Camino, proseguí con mi búsqueda. Mientras aun me rondaba la posibilidad de continuar hasta Arcos (unos 22km más), acabé en la oficina de turismo para ver que me ofrecía esta ruta. Sin embargo, parece que el destino al final me haya guiado de nuevo, porque es allí donde acabé haciendo uno de mis encuentros que más perduraría en mi Camino a Santiago...

Estate atento a mi quinto día del Camino y descubre con quién me encontré esta vez...

Día 1: St. Jean Pied de Port - Roncesvalles parte 2

Ivan Blanco

Vuelve a la Parte 1 para leer la historia completa

Vicente y yo

Vicente es probablemente la persona s impresionante que jamás conocí, si fuera la mitad de fuerte que él, sería Superman. Vicente sufre de paraparesia espástica neuromuscular, una enfermedad poco común que provoca un agarrotamiento progresivo de las extremidades inferiores y que incluso puede hacer que algún día acabe en una silla de ruedas.

Vicente saliendo de Roncesvalles

Ésta es precisamente la razón por la cual decidió hacer el Camino de Santiago, es para él una cuestión de ahora o nunca. Cuando me lo encontré llevaba recorridos 15 km de subida desde Saint Jean Pied de Port, de donde salió a las 7 de la mañana (llevaba 12 horas caminando). Sólo nos quedaba una hora de sol y al verle caminar de esta manera no podía hacer otra cosa que pararme y preguntarle qué tal iba o si necesitaba ayuda. De hecho, estaba tan cansado que ya no podía más y las piernas le dolían mucho, hasta el punto de no poder continuar. Decidimos entonces de llamar un taxi pero tanto mi teléfono francés como el español no tenían cobertura y el suyo no tenía batería..., además, el lugar más cercano estaba a por lo menos 5 km. Por suerte, Vicente tenía una batería externa con la que conseguimos arrancar su móvil y llamar al albergue en el que me había alojado la noche anterior. Conseguimos el número de un taxista de Valcarlos, el cual llegó como unos 45 minutos más tarde, nos encontrábamos en un punto verdaderamente remoto. La noche empezaba a caer, por lo que al final decidí acabar la etapa y acompañar a Vicente.

Andoni, el taxista, nos acabó dejando a las 22:00 de la noche en Roncesvalles, donde tanto Vicente como yo hemos podido tomarnos un merecido descanso. Esto fue probablemente uno de mis encuentros más importantes de todo el Camino y que nunca olvidaré, ambos Vicente y yo nos hemos probablemente salvado la vida o al menos hemos evitado pasar una noche muy muy fría.

La motivación, fuerza, energía y valentía de Vicente son de lo más inspirador y su historia me ha conmovido hasta lo más profundo. Si deseáis ayudar su causa, podéis hacerlo contactando la asociación Americana o Española que luchan para combatir esta enfermedad.

¡Gracias Vicente y buen Camino!

Día 1: St. Jean Pied de Port - Roncesvalles parte 1

Ivan Blanco

Listo para arrancar

El día 10 de septiembre empezó mi Camino de Santiago. Lo primero que me tocaba hacer era montar la bici que me han enviado en tiempo récord desde casa: recogida el lunes a las 18:00 de la tarde y al día siguiente ya estaba allí cuando llegué a Saint Jean Pied de Port, a las 19:30, ¡bravo Seur!

He pasado un buen rato montando mi querida bici y hasta he tenido la ocasión de volver a ver los canadienses que había conocido el día antes. Mejor aun, es cuando inicié mi proyecto fotográfico para el Camino. Sólo diré que he tomado 3 retratos distintos de peregrinos y gente local relacionada con el Camino. Una vez finalizado, mostrará por ejemplo la fuerza de Cliff y su esposa, quienes el mismo día que iniciaban el Camino se enteraban de una noticia que cambiaría completamente el sentido de su Peregrinaje; ánimo y fuerza a los dos, seguro que saldréis de esta.  

En el Camino cada uno tiene una historia diferente. La de Roby, que trabaja en el primer albergue donde me alojé, es la de haber hecho 6 meses de peregrinación desde Estrasburgo a Santiago y vuelta de nuevo a Estrasburgo, un largo viaje con el propósito de luchar contra el cáncer cerebral junto con la asociación ARTC Alsace.

¿Es este el Camino?

Por si hasta entonces no había tenido ya una mañana movidita, aun me quedaba empezar mi Camino. Acabé arrancando en un día y momento muy muy muy soleado: las 13:00. Vale, lo admito, fue la peor hora que podía haber escogido a sabiendas que mismo en Niza (de donde venía) hacía menos calor que en Saint Jean Pied de Port y además no podía haber tomado peor ruta: la Ruta de Cize. No es una ruta larga en distancia, sólo unos 26 km, pero es prácticamente una subida constante hasta los o menos 1480 metros de altura; pendientes y pendientes que nunca se acaban. Añadamos a ello el hecho de llevar una bici, que ya pesa de por sí, y un equipaje demasiado cargado, este desafío se tornaba en imposible. De hecho, la demostración estaba en que incluso los peregrinos de a pie me adelantaban...

Segund consejo para el Camino: ¡levántate antes!

Sin embargo, a pesar de la dureza y a momentos de desesperación, al final...

¡He hecho trampas!

Vale vale, pero espera, quédate conmigo. Sólo conseguí llegar a la Croix de Thibaut a unos 1300 metros y 15 km de ruta. La razón es que encontré a Vicente, probablemente la persona más...

Continúa en Día 1 - Parte 2