contact ME

Use the form on the right to contact me.

You can edit the text in this area, and change where the contact form on the right submits to, by entering edit mode using the modes on the bottom right.


Nice
France

Diario

Versión española del blog

Spanish version of the blog

Filtering by Category: España

Día 11: Astorga - Villafranca del Bierzo

Ivan Blanco

Con el día 11 a punto de comenzar y casi tocando Galicia con la punta de mis dedos, nos fuimos los 7 dirección a Santiago de Compostela (si te perdiste el crecimiento de nuestro equipo "Ondiñas", compruébalo en el día 9 y el día 10).

El equipo "Ondiñas"

Como es habitual para los bicigrinos, éramos los últimos en salir del Albergue y justo después nos dirigimos a nuestro ritual matutino, el desayuno. Aunque hemos pasado la mayor parte del tiempo juntos, en algún momento perdí el equipo "Ondiñas" por aventurarme por un camino más agreste, que en un momento dado incluso se reducía al ancho de una persona, pero fue muy divertido de recorrer.

Durante este trayecto me encontré con Klaudia, una chica española de Málaga, que estaba haciendo el Camino para reencontrarse a sí misma y su propio camino. Sin embargo, me dijo que yo era uno de los primeros españoles que conoció y que la mayoría de la gente con la que se cruzó sólo hablaba Inglés. Y es cierto, la mayoría de las personas que he conocido eran de todas partes del mundo, tenlo en cuenta si vas hacer el Camino para aprender español. Si es así, te conviene considerar otros caminos, como el "Camino del Norte" o la "Vía de la Plata".

Estación Tecnológica Móvil del Camino

Pasando entre arbustos que cubrían casi todo el camino, al quedarse mi GoPro y la cámara sin memoria, me planté en un árbol y reconvertí mi bici en una Estación Tecnológica del Camino móvil, compruébala en la foto. Una vez con las tarjetas descargadas, me dirigí de nuevo por los traicioneros caminos estrechos. De repente me reencontré con uno de nuestros nuevos compañeros, el único e imparable, Andrew.

La Cruz de Hierro

Juntos, logramos alcanzar la Cruz de Hierro, en lo que a priori parecía ser una de las subidas más duras, acabó siendo una de las más agradables. La "Cruz de Hierro" es en realidad el punto más alto de todo el Camino Francés, 1600 m de altitud, donde se encuentra un poste de 5 m con una cruz (réplica de la original) que da a este lugar su nombre (pincha aquí para más información).

De casualidad, nos encontramos allí también con el rodaje de una película, estaban filmando algunas escenas para la adaptación cinematográfica del famoso libro alemán del comediante Hape Kerkeling (info sólo en inglés): "Ich bin dan mal weg" (=Bueno, me piro). En él cubre el Camino de Santiago que hizo hace unos años, narrando las historias y personas con las que se cruzó. No es una pelicula cualquiera, es una de las grandes producciones cinematográficas alemanas con actores de renombre como Devid Striesow, conocido principalmente por su papel en "Der Untergang" y los Falsificadores. Es curioso también que yo mismo comencé mi propio camino y blog de viajes en el día-1 con su libro y un café en Burdeos.

A punto de abandonar la escena de esta producción "Hollywoodiense" alemana, el equipo de rodaje estaban preparando unas falsas piedras del Camino. Cabe destacar también, lo frescos y energéticos que estaban los figurantes del Camino, además, sus pantalones vaqueros, sí has leído bien, vaqueros para una "peregrinación" de 800 kms ... esos y sus bolsos estaban impecablemente limpios. Pero ya sabes, ¡el cine es el cine! Mientras tanto, sucios nosotros, nos poníamos en ruta de nuevo para continuar con nuestra "recolecta" de barro.

Sin embargo, no tengas muy en cuenta mi irónica descripción de este momento, recuerda que una historia no siempre es 100% real, pero si su propósito es puro y apasionado, reflejarán la visión y emociones de una historia real.

Andrew, Mr. Increíble

Ya en ruta y en total contraste con los paseos monótonos de los días anteriores, nos estábamos a punto de comenzar una de mis acciones preferidas sobre una bici: las bajadas! Con un impresionante paisaje de fondo, nuestros primeros descensos nos llevaron por caminos empedrados imposibles, donde paramos de apretar nuestros frenos en ningún momento. Al final, dejándome convencer por Andrew y para no dañar su querida "esposa", nos acabamos decidiendo por un recorrido más suave; ten en cuenta que si una bicicleta sobrevive el hecho de cruzar desde Canadá hasta Argentina (sí sí, desde el más extremo punto del norte al más extremo del sur de América), puede que en casos así también tú le acabarías llamando esposa a tu bici. Ésta es una de varias hazañas que ha hecho, para mí Andrew es el Mr. Increíble. Si tú también estás buscando tu "esposa / esposo", ten en cuenta esto:

El pueblo de Molinaseca

Décimo segundo consejo pare el Camino: si vas a viajar a través de montañas y terrenos agrestes, considera pillarte una bici de montaña con suspensión. Pero, si vas hacer distancias más largas y sobre asfalto, además de alguna que otra escapada por senderos, tu opción será la de una bicicleta treking; más duraderas y equipadas para el transporte de todo tipo de cargas (ésta es la esposa de Andrew. Comprueba aquí los distintos tipos de bicicleta que hay).

Dispuestos ya sobre el asfalto, nos recorrimos los mejores 20 a 30 min. de bajadas que jamás he hecho en una bicicleta, que junto con el impresionante paisaje y los caminos serpenteantes hicieron de éste descenso uno de los más gratificantes. Terminamos esta increíble bajada en un pequeño pueblecito de calles adoquinadas, un hermoso puente, río y lleno de peregrinos. A pesar de la tentación, continuamos nuestra dirección hacia la cercana Ponferrada, donde por casualidad nos tropezamos con la Campeonato Mundial de Ciclismo que reunía a equipos y bicis de todo el mundo (Andrew tiene una divertida historia con algunos ciclistas que competían allí ... pero no la revelaré hasta mi próxima entrada del blog).

Pasando a través de esta gran competición, nos encontramos con un par de periodistas, que de hecho eran de la televisión nacional italiana RAI UNO (similar a la TVE española o la BBC inglesa). Siendo nosotros bicigrinos de un viaje de 800 kms, en la ahora capital mundial del ciclismo, con un corredor de largas distancias estadounidense, un políglota español y una cámara ... digamos que el curso natural de los acontecimientos hacía que una entrevista era más que obligatoria. Así fue, que saqué adelante mi lado más italiano y respondí a unas cuantas preguntas al canal de televisión más importante y grande Italia: ¡mis 15 minutos de fama! ¡¡Yyyhaaa!! ya puedo tachar eso de mi lista de objetivos (envíame un mail si quieres un retrato con mi firma ;) ).

 

Área Castillo de Ponferrada

 

Tratando de evitar la concurrida Ponferrada, terminamos el recorrido en Villafranca del Bierzo, uno de los pueblos de montaña más bonitos de la región. Sorprendentemente, las chicas y Felix todavía se encontraban detrás de nosotros, su parada para almorzar nos puso por delante por lo que era nuestro turno para la habitual reserva masiva en el albergue local. Mientras esperábamos por ellos, practiqué un poco de alemán con 3 peregrinos y también conocí la primera peregrina danesa en el Camino, Fee, una joven actriz haciendo su primer Camino. No me olvides cuando te conviertas en una estrella de Hollywood ;)

Rayos de sol de Villafranca del Bierzo

Con bastante tiempo por delante, me decidí pillar mi portátil (sí sí, me llevé mi pc de 13 pulgadas a través de incesantes colinas, rocas, pinchazos y tormentas increíbles) para intentar trabajar en mi blog. "Intentar", en efecto, curiosa palabra es, ya que puede contener suficiente ambigüedad como para que la tarea enunciada no llegue a llevarse a cabo. Y sí, eso es exactamente lo que pasó. Mientras yo estaba buscando un bar tranquilo y agradable para trabajar, encontré uno con mi cerveza favorita y tan pronto como me detuve, sucedió una de las cosas más comunes en el Camino, unos peregrinos que estaban bebiéndose unas cañas empezaron a hablar conmigo, yo obviamente, me uní a ellos. Fue entonces cuando conocí a Brian, Emma, Ondrej y Brandon así de pura casualidad (una mezcla de australianos, irlandeses y checos). También hice unos cuantos ejercicios de pesas, llevando inútilmente mi portátil alrededor de Villafranca. Tuvimos algunas conversaciones interesantes y fue el típico momento peregrino, después de una dura jornada uno se reúne con gente para conocerlos a ellos y sus historias en un ambiente de lo más familiar.

El delicioso Botillo

Sin embargo, faltaba parte de la familia, por lo que llamé a los otros miembros "Ondiñas" y tan pronto llegaron, gracias a mi amigo de estudios ponferradino Álvaro, me acordé de que en esta región era muy popular un plato llamado "Botillo". Al principio puede parecerse más a un gran trozo de chorizo deformado, y casi casi lo es. En realidad está hecho de varias piezas de cerdo dentro de una gran bola de carne con especias. Lo mejor de todo, que encontramos uno de los mejores sitios de Villafranca para probar el Botillo, nunca nos hubiéramos topado con él si no fuera porque preguntamos a algunos lugareños dónde conseguirlo. El restaurante Don Nacho está en una calle muy estrecha de Villafranca y algo escondido del bullicioso centro; un verdadero secreto local. Pero cuidado, este plato no es para los blandos entre vosotros. Echa un vistazo aqui para más información.

Cena familiar de peregrinos en el Don Nacho

Así fue que once personas que ni siquiera se conocían entre sí la semana anterior, estaban ahora compartiendo una gran cena en un restaurante de lo más local posible, eramos: la familia del Camino!

Sígueme en el blog y mis redes sociales para continuar leyendo más historias y cenas del Camino en mi primera peregrinación a Santiago!

Día 10: León - Astorga

Ivan Blanco

Parecía que Galicia, mi región de origen, estaba anticipando nuestra futura llegada con otro día bien lluvioso (para los que no lo sepan, en Galicia llueve mucho mucho mucho).

Días de lluvia en el Camino

El día antes habíamos conocido a Felix que ahora se nos unía al equipo "Ondiñas" mientras nos dirigíamos a un ritual mañanero muy común: el desayuno. Tras hacer una foto con Leandro (vuelve al día 9 para saber más) y desearle un buen Camino, nos fuimos a un bar que ya había visto el día antes; un desayuno tortilla para Felix y yo, y algo más dulce para las chicas.

Cuando estábamos ya casi a punto de irnos de León y pasando por su magnifica catedral, me paré un segundo para ver la próxima ruta en la oficina de turismo. E hice muy bien, porque gracias a ello, mientras yo me proveía de mapas y folletos, los otros "Ondiñas" se pusieron a hablar con un bicigrino. Este nuevo bicigrino estaba en dudas de si salir o esperar a que amainara la lluvia, por lo que le preguntamos que porque no se venía con nosotros. Fue así, de casualidad, que conocimos a Andrew de Estados Unidos, quien empezó su Camino en París y de hecho, ¡aún se encuentra pedaleando en Marruecos ahora mismo! Una pedazo de aventura que se está haciendo y que no es la primera con la que se atreve, seguid atentos a mis próximas entradas para saber más.

De esta guisa, por el mismo sendero íbamos 7 bicigrinos de todas partes del mundo e inicios: uno que empezó en St. Jean Pied de Port, tres en Ordizia, uno en Berlín y otro en París. Sea predestinación o por pura coincidencia, es así como el grupo más grande e internacional del Camino se dirigían juntos hacia Santiago: ¡éramos, el equipo "Ondiñas"! 

(regresa al día 7 para comprobar el origen de este nombre)

Lluvia lluvia lluvia y más lluvia

A pesar de la monótona ruta de este día, nuestros nuevos compañeros y sus historias animaron la jornada que sólo se veía truncada por la constante lluvia. Por suerte, no era tan intensa como el Apocalipsis vivido en el día 8 de mi Camino, pero era suficiente como para dejarnos como pitos. Es más, nos motivó a acabar la jornada antes de lo previsto y quedarnos en la encantadora Astorga a las tres de la tarde. Recién llegados y registrándonos en el albergue, una voz familiar empezaba a sonar por los pasillos... no era nadie más ni nada menos que Leandro, el cura cachondo que habíamos conocido en León.

Tras este divertido reencuentro y siendo ya tarde para almorzar, nos fuimos en búsqueda de un supermercado para hacernos un buen aperitivo de queso y vino. Tardamos un rato en llegar, porque todos los peregrinos que cruzábamos paraban y conocían a Leandro, es lo que tiene ser un cura y peregrino cachondo. Llegados finalmente al super del pueblo, por suerte era un GADIS, una cadena de supermercados de Galicia, mi región, y llena de deliciosos productos gallegos. No no, no os preocupéis, no mencionaré mi cerveza favorita de nuevo, pero sí mencionaré uno de mis quesos favoritos, el Queso de Tetilla. Un queso que, como su nombre indica, es de forma cónica similar a la de un pecho.

Dice una historia (de seguramente muchas), que el origen de este queso se remonta a un monasterio donde se encontraba una estatua femenina un poco particular. Esta estatua de, obviamente, figura y forma femenina, tenía sin embargo un par de atributos más grandes de lo habitual. Hasta tal punto era esto así, que los monjes no le quitaban ojo. Ante esta situación, el Abad decidió de cortar buena parte de la estatua y dejar nada más que la cabeza y los hombros de la misma. Privados de la forma habitual de la estatua, los monjes simplemente se decidieron por replicar los atributos en un nuevo tipo de queso y forma: ¡había nacido, el Queso de Tetilla!

Sea cierta esta historia o no, sí añade una nota cómica para uno de los mejores quesos suaves de Galicia que combina perfectamente con una rebanada de membrillo, tanto como postre como merienda. Si Quesar o no quesar, sigue mis próximas entradas para leer más sobre la cocina española y gallega.

Retomando el inicio de esta pequeña historia, también hay más detrás de la historia de GADIS. Lo que a priori puede parecer otro supermercado más, tiene un punto diferenciador que es su carácter local y la promoción de Galicia que llevan a cabo. Desde hace algunos años, este compromiso se hace ver mejor en sus anuncios publicitarios que llegan hasta el corazón del más gallego. Las referencias y situaciones contenidas en sus anuncios se hacen muy familiares para cualquier gallego; provocando mucha morriña para aquellos que se encuentra en la emigración. Compruébalo en el vídeo.

Acabada la compra, nos fuimos a disfrutar de nuestro merecido queso y vino al sol, el cual volvió justo para unirse a nuestro aperitivo. Todo esto fue posible gracias a haber terminado nuestra jornada más pronto de lo esperado:

Undécimo consejo para el Camino: no tengas prisa, tómate tu tiempo y disfruta de la ausencia de estrés.

Dando vueltas por Astorga, nos topamos con: la mochila más grande jamás vista (probablemente pertenencia a Goliath... ) y también, para alegría de las "Ondiñas" catalanas, el Palacio Episcopal de Astorga, obra del famoso arquitecto Gaudí. Esta obra, una de las pocas que se encuentran fuera de Catalunya, se erige junto con la Sagrada Familia en uno de los mejores ejemplos del Modernismo Catalán. Se dio la casualidad también, que nos cruzamos allí de nuevo con los bicigrinos vistos en Carrión de los Condes (véase día 8). Por lo que, qué mejor homenaje a la gran obra de Gaudí que intentar competir con uno de los selfies más famosos de la historia de los Oscars, compruébalo bajo estas lineas:     

 

El mejor selfie de peregrinos jamás visto

 

"¡Toma esa Ellen y Bradley, incluso he conseguido meter a Gaudí en el recuadro!

Con este, mejor selfie de peregrinos jamás visto, lo último que nos quedaba por satisfacer eran nuestros estómagos, por lo que a por la cena nos fuimos. Yo me dejé deleitar con una de mis mejores cenas del Camino, atún rojo recubierto con un crujiente de avellana y, cómo no, un poco más de Morcilla (info en el día 7) en huevos rotos y chorizo. Una gran cena rematada con un par de vinos y otra de mis foto entrevistas, esta vez, con Leandro, nuestro cura cachondo.

Hasta la próxima y buenas noches ;)   

Día 9: Calzadilla de la Cueza - León

Ivan Blanco

¿Os acordáis del último día?

En el día 8 de mi Camino estábamos a punto de llegar al final de nuestra ruta mientras intentábamos evitar la tormenta...

Nubes de mal humor

Para llegar a Calzadilla de la Cueza sólo hay un camino y en un día normal se hace bastante rápido. Teniendo los relámpagos y truenos acechando cada vez más, uno primero se empieza a encontrar con la lluvia, pero eso no nos ahuyenta a los norteños, incluso una buena tromba de agua es aceptable, pero cuando en un momento dado la expresión llueve a cántaros se convierte en llueve a piscinas... ese es el momento cuando uno debería considerar buscar algún tipo de refugio. Si a esto le añadimos granizo como piedras y viento que te desplaza medio metro, empezarás a ver incluso a los más temerarios echarse atrás.

Ante este Apocalipsis, lo único sensato que podía hacer era buscar refugio lo más pronto posible, y lo encontré entre unos arbustos y árboles, pero la tormenta era tan fuerte que tenía que buscar otra solución. Por suerte, me encontraba justo donde estaban los canales de evacuación de la carretera: dos agujeros de 1m por 1m. Tal cual un contorsionista, conseguí introducirme en uno de ellos y esperar a que la tormenta amainara. Además, a lo que en un principio nos había hecho gracia, hice buen uso del consejo que nos había enviado el padre de Marta unos días antes:

Décimo consejo para el Camino: si te encuentras en una tormenta con relámpagos, y especialmente si vas en bici, aléjate de la misma o puede que acabes con un peinado peor que el de Einstein.

Mi "hamaca" para la siesta

Así me encontraba entre la lama y telas de araña, que durante los 45 minutos de tormenta, incluso me deleité con otra de las grandes tradiciones españolas: ¡la siesta! Sí sí, así, sin poder contactar con las chicas y con uno de los presagios más temidos de los Galos haciéndose realidad "que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas" (haz click aquí para ver la referencia). Fue así, en esta situación, en la que un chicarrón del norte simplemente decidió echarse una cabezadita ;) 

La calma tras la tormenta

Con la calma tras la tormenta y la vaga esperanza de ir secando, tras unos minutos de pedaleo, de repente me encontré con Calzadilla de la Cueza, donde en realidad sólo hay dos cosas, el albergue y un restaurante, eso sí, qué restaurante. Los chicos que lo llevan y la comida que sirven valen la pena pasar por cualquier tormenta. Su simpatía y amabilidad no tienen precio. Además de esto, hemos tenido otra cena regional cojonuda e incluso volví a probar otra de mis cervezas favoritas, la Alhambra Reserva. Como colofón final, Marta y Maitane se desencajaron con un ataque de risa de lo más épico, aunque pronto silenciado por las "luces fuera" de las 22:00.   

Tras un sueño risueño, empezábamos el día 9 de nuestro periplo con Marta y Carla retomando el colocón de endorfinas: ¡bailando bailando bailando! Así que tras un buen desayuno y este inicio energético, nos pusimos de nuevo en ruta. Una vez llegados a Sahagún, nos paramos rápidamente en una tienda de bicis para aprovisionarnos de los muchos neumáticos que habíamos gastado en nuestro legendario día de los pinchazos (compruébalo en día 7 y día 8). Justo se dio la casualidad también, que en ese momento me diera cuenta de que mi fantástico bombín se había roto. En dudas de si realmente necesitaba uno, ya que mis ruedas habían resistido estoicamente hasta la fecha, finalmente sí me decidí por comprarme otro. A mayores, también me agencié el mejor recuerdo para un bicigrino y que además me hacía más visible (por si otro apocalipsis cayera sobre nosotros; descubre qué souvenir me compré en futuras entradas)

Mañanas de Calzadilla

Listos ya para proseguir nuestra aventura, nos pusimos en marcha para pronto volver a separarnos. Las chicas prefirieron tomar el Camino real, que tal como decía mi guía es, "más humano". Y no se equivocaba, yo opté por la ruta histórica de origen romano, de la cual decía: "más solitaria, agreste y salvaje". Y vaya con si era agreste... estamos hablando de 30 km, sí vale, planos, pero mayoritariamente de arcilla, piedras todo el rato, monotonía y vendavales todo el tiempo. Tal era la cosa, que mientras recorría esta ruta, incluso empezaba a preferir las horribles pendientes de mi primer día.  

Uno de los únicos 3 peregrinos con los que me crucé

Si pensaba que la mañana anterior había sido solitaria, este recorrido romano definitivamente acabó siendo mi momento más solitario de todo mi Camino de Santiago. La carretera no parecía terminarse nunca porque el paisaje era todo el rato el mismo. Además, como lo "bueno" nunca llega sólo... (sí, si notas un poco de ironía, puede que no andes lejos), esta vez era mi turno para.... ¡pinchar mi bici!  

Ahí estaba yo, en el medio de la nada con la predestinación a sufrir un pinchazo y sin nada de nada a mi alrededor, en serio, el espacio infinito en comparación con la nada en la que me encontraba se quedaría corto.

Pero no os preocupéis, estaba más que preparado, el destino ya había decidido que esa mañana me comprara un nuevo bombín. Curioso es el destino, que parece estar persiguiéndome allá donde vaya, ya que desde que empecé el Camino no ha hecho más que llevarme por la buena senda. De todas formas, tras haber cambiado 3 ruedas en las jornadas anteriores, esto iba a ser un juego de niños.... pero, siempre hay un PERO. Mi reluciente bombín nuevo no encajaba con la válvula, el aire si iba a todas partes excepto donde debía y no había ninguna manera de que consiguiera inflar mi rueda con ese bombín. Mi otro querido bombin, sí encajaba, pero estaba roto... es ahí donde vino a mi mente una de mis series favoritas de cuando era niño, ¡MacGyver! Sí sí, haz el comentario que quieras, pero funcionó. Usé mi bombín roto en combinación con el nuevo y de esta manera conseguí inflar la bici lo suficiente para proseguir mi Camino hasta León.

Fue así, con este MacGyverismo que finalicé en León una de las jornadas más duras y frías de toda mi aventura, a pesar del sol, no me quité la chaqueta en todo el día. Entré en la urbe leonesa bastante pronto y fue allí donde volví a reunirme con el equipo "Ondiñas".

La impresionante Estrella Galicia 1906

A pesar de la jornada solitaria, me fui en búsqueda de un lugar donde desconectar un poco. Lo hice en el bar Vino Grifo cerca del albergue y es allí donde encontré la recompensa a mi esfuerzo: ¡tenían mi cerveza favorita! Mejor aún, tenía la Estrella Galicia 1906. Vale vale, a estas alturas, quizás Hijos de Rivera S.A. podrían pagarme una comisión por toda la publicidad que les llevo haciendo. Sino, al menos, me llevo otra buena foto y me deleité con una tapa de otro de los manjares españoles, el Jamón Ibérico, ¡el mejor jamón del mundo!

Para concluir este momento gourmet, otro tenía que sucederle, la cena. Buscando un sitio donde tuvieran algún menú peregrino interesante, fue también la ocasión el a que conocimos a un nuevo compañero, Felix de Alemania. La verdad es que comenzó su "Camino" en Berlín como parte de su gran viaje en el que aún se encuentra. Claro está que acabada la cena y como buen alemán, se convirtió en mi compi de cañas y degustó mis cervezas favoritas.  

Leandro y las chicas

Desgraciadamente, como es costumbre en muchos albergues, hemos tenido que volver corriendo a las 22:30 ya que sino nos cerraban las puertas y no tendríamos posibilidad de entrar de nuevo. Fue también el momento en el que conocimos a uno de los curas más cachondos que jamás nos encontramos, Leandro...

Sigue los próximos días de mi Camino para conocer más de él y futuros compis de viaje del equipo "Ondiñas: más grandes, mejores y fuertes.