Día 3: Villava - (Zubiri) - Zariquiegui
Ivan Blanco
Tras tener que llamar a la atención por su agitación matinal a unos Británicos entrados en canas, y advertirles que no todo el mundo se despierta a las 5 de la mañana, otro día prometedor estaba a punto de comenzar.
Cuarta recomendación para el Camino: ¿Eres de los que: quien madruga Dios ayuda? ¡Pues ayuda a los demás preparando tu equipaje el día antes, pon el despertador debajo de tu almohada y márchate en silencio!
A pesar del despertar anticipado, la primera gran noticia fue que recibí una respuesta de mi móvil perdido, unos peregrinos lo habían encontrado encima de un punto kilométrico del Camino. Se dirigían hacia Zubiri, por lo que mi duda era si quedarme a esperar en Villava o volver atrás a Zubiri... al final, me decidí por volver (unos 15 km de ida y otros de vuelta). Conseguí llegar sobre las 12:00 y para mi sorpresa, había un bar que vendía mi cerveza favorita: ¡Estrella Galicia!
"¡Camarera, ponme una caña bien grande!"
Mejor aún, los rescatadores de mi móvil ya estaban en Zubiri, así que además de recuperarlo hice nuevos amigos del Camino. Cómo no, no podía faltar otra ronda de cervezas.
¡Muchas gracias Jose, Fernando y Juan, sois cojonudos!
Supongo que el destino ha querido que volviera a rehacer los kms que no he podido completar el primer día (véase día 1 parte 2).
Ya de nuevo en ruta y tras dar un pequeño vistazo por Pamplona, me dirigía a salir de la misma en lo que a priori debería ser una tarea fácil, pero que no lo fue en absoluto. He acabado por perderme al menos 3 veces intentando encontrar las flechas amarillas y conchas del Camino (indicaciones típicas del Camino), ensimismado con la ciudad, no me daba cuenta de haberme perdido hasta recorrer 200 m cada vez. Eso sí, acabé cruzándome varias veces con mis primeros bicigrinos del Camino y que estaban teniendo el mismo problema que yo.
Con la noche que se cernía sobre mí, decidí quedarme en un pueblo de nombre impronunciable: Zariquiegui.
Me dirigí al primer albergue disponible y supongo que si aciertas a decir el nombre del pueblo bien 3 veces seguidas, creo que te dan una noche gratis... no, yo no lo conseguí.
Aun así, me encantó quedarme en este pueblecito ya que me reencontré con la pareja de bicigrinos, Nicola y Giulia. Son de Luca (Italia), fue genial conocerles y enterarme de que estaban haciendo el Camino como Luna de Miel.
¿Qué más me esperaba? ¡Pues que este albergue también tenía mi cerveza favorita!
Esto, obviamente, hizo que la acabara promocionando a todo el mundo y juntara a otros 3 alemanes para un par de rondas hasta las altas "horas" de peregrino... es decir, las 23:00.
PD: hay peregrinos que llegan a acostarse a las 21:00.